En vista del revuelo que la sexta reforma laboral en la historia de nuestra democracia está causando (en pleno mundial... ¿casualidad?), creo interesante formular algunos de los puntos fundamentales del nuevo plan. El desesperado, desencantado y rendido gobierno socialista, presionado por la propia coyuntura social, el lobby alemán y la presión mediática sostenida desde varios puntos de Europa procedió a las siguientes modificaciones en nuestro mercado de trabajo:
1) Permisibilidad de la contratación temporal irregular: dejan de ser relevantes las causas tasadas que permiten realizar contratos de obra, siempre que no se sobrepasen los límites temporales establecidos.
2) Facilitación de los despidos colectivos: la empresa sólo tendrá que aportar una “mínima razonabilidad” para proceder al despido de trabajador@s en masa.
3) Abaratamiento del despido: se generaliza el despido con indemnización de 33 días de salario por año de servicio con un máximo de 24 mensualidades.
4) En los despidos objetivos y colectivos, el empresari@ sólo tendrá que pagar doce días por año de servicio hasta un máximo de doce mensualidades.
5) Seremos l@s trabajador@s quienes paguemos nuestro propio despido: se nos irá quitando periódicamente una parte del salário (fondo de capitalización), que se nos “devolverá” en caso de despido, reduciéndose el que tiene que abonarnos la empresári@ en el mismo número de días que hayamos acumulado para ese fondo. Esta medida entrará en vigor el año que viene.
6) Los convenios colectivos quedan en papel mojado: las empresas podrán “descolgarse” del salario que establezca el convenio para el sector, cuando su “estabilidad económica” pueda verse dañada.
7) Las funciones del INEM serán compartidas con agencias privadas de colocación, con ánimo de lucro.
8) Se permite la contratación a través de ETTs para actividades especialmente peligrosas, antes prohibidas.
9) Los convenios colectivos no podrán establecer limitaciones a la contratación a través de ETTs.
10) Aumentan las bonificaciones del Estado a los empresários mientrrs l@s trabajador@s pagamos la crisis con el abaratamiento del despido y del salario: bonificaciones de hasta el 80% en las cuotas de la seguridad social en regulaciones de empleo parciales (reducción de jornada y salario de l@s trabajador@s); bonificaciones empresariales a la contratación indefinida; financiación a través del servicio público de empleo estatal (INEM) de la formación teórica que deben asumir las empresas en los contratos para la formación, etc.
2) Facilitación de los despidos colectivos: la empresa sólo tendrá que aportar una “mínima razonabilidad” para proceder al despido de trabajador@s en masa.
3) Abaratamiento del despido: se generaliza el despido con indemnización de 33 días de salario por año de servicio con un máximo de 24 mensualidades.
4) En los despidos objetivos y colectivos, el empresari@ sólo tendrá que pagar doce días por año de servicio hasta un máximo de doce mensualidades.
5) Seremos l@s trabajador@s quienes paguemos nuestro propio despido: se nos irá quitando periódicamente una parte del salário (fondo de capitalización), que se nos “devolverá” en caso de despido, reduciéndose el que tiene que abonarnos la empresári@ en el mismo número de días que hayamos acumulado para ese fondo. Esta medida entrará en vigor el año que viene.
6) Los convenios colectivos quedan en papel mojado: las empresas podrán “descolgarse” del salario que establezca el convenio para el sector, cuando su “estabilidad económica” pueda verse dañada.
7) Las funciones del INEM serán compartidas con agencias privadas de colocación, con ánimo de lucro.
8) Se permite la contratación a través de ETTs para actividades especialmente peligrosas, antes prohibidas.
9) Los convenios colectivos no podrán establecer limitaciones a la contratación a través de ETTs.
10) Aumentan las bonificaciones del Estado a los empresários mientrrs l@s trabajador@s pagamos la crisis con el abaratamiento del despido y del salario: bonificaciones de hasta el 80% en las cuotas de la seguridad social en regulaciones de empleo parciales (reducción de jornada y salario de l@s trabajador@s); bonificaciones empresariales a la contratación indefinida; financiación a través del servicio público de empleo estatal (INEM) de la formación teórica que deben asumir las empresas en los contratos para la formación, etc.
Como bien en sabido, estos cambios han sido sometidos a una dura crítica social por parte de las clases medias y también los sindicatos. Hace no mucho, a propósito de un vídeo de Intereconomía, ya comentamos la impresión que me merecen los sindicatos -cuya esencia quedó del todo diluida cuando decidieron subyugarse al diezmo de empresas y gobiernos*-. No me gustan esas personas que hablan siempre grosso modo de todo cuanto tiene que ver con la clase trabajadora, prejuiciosa y de tono neomarxista, como de vuelta de todo. Lo que ocurre es que la triste realidad de nuestros días, refleja mucho reproche y muy poco constructivismo: tenemos claro lo que dice el gobierno pero, ¿tenemos claro que alternativas presenta la oposición y los sindicatos que promueven la absurda huelga general? Yo no.
Las medidas impopulares, impopulares son. No queda otra. Pero lo que está claro es que nadie toma decisiones que entrañan controversia si no es con una mirada a mejor a largo plazo. Durante la estancia de ZP en la Moncloa, nos hemos quejado de su colegueo más propio de un delegado de clase que de un presidente del gobierno, de su gobierno de parches a golpe de subvención, de su inmiscuyimiento en causas de moda social con poca y poca profunda carga gubernamental. Yo mismo he echado pestes de su política de pegatina, de su defensa por las causas sociales de poca monta en momentos donde un incompetente y cobarde Solbes negaba una crisis que ocultó o irreconoció mientras el delegado de clase abría ministerios irrelevantes cuando gobernar era fácil por inercia. Ni siquiera se puede decir que hayan sido autores de lo que marchó bien -si es que ese Estado del Bienestar tuvo algo de bueno- porque sí es cierto que mamaron y se beneficiaron de él, pero poco mérito tuvieron y sin embargo mucha suerte con lo del 11-M, que bien que les ha venido porque, si no, ¿de qué?
Ahora mismo esto es necesario. Quizás se podría haber hecho mejor, pero no ha habido quién lo insinuara. Y desde luego el PP da más muestras de vorágine gobernatoria que de una real, clara e incentivadora propuesta alternativa de gobierno. Qué triste lo de nuestro binarismo político (en breve tengo intención de ofrecer un post con ideas para acabar con esto). ZP ha obrado como debía. Tarde, aparentemente de forma insuficiente y esperemos que no mal del todo. Lo que tengo claro es que, al menos a mi, esto no va a servir para juzgarles para bien o para mal después de unos años de tanto inmovilismo y crisis, ya no económica, sino de ideas por ofrecer algo estable, duradero y bien fundamentado.
Y recordad que la estabilidad laboral no os la dará jamás vuestra empresa -y cada vez menos-, si no vuestro currículum. Mucha suerte y ánimo a los parados.
*Interesante artículo sobre Losantos y su loa a Barreda con respecto a la realidad financiera de los sindicatos: http://www.eldigitalcastillalamancha.es/articulo.asp?idarticulo=73111&deportes=0&lugar=
Interesante añadido al tema sindicatos que he encontrado en un enlace por twitter:
http://www.youtube.com/watch?v=V4OTADEg3P0&feature=player_embedded