El “debate” de anoche fue sorpresivo por causas inesperadas: esperaba sorprenderme pero no por esas razones. A mi parecer, el fondo de Pizarro fue francamente superior al de Solbes (exceptuando el resumen final) en lo que a concretismos se refiere. El argumento socialista -como de siempre ha venido definido en su libro de estilo- estuvo lleno de dogmatismos y demagogias (véase si no su slogan publicitario “Con Razón y corazón que al menos es mejor y menos ironizable que aquel “Haremos más” empleado en las pasadas municipales).
Las ideas claras, el slogan de la campaña popular, sin duda fue el convencimiento que reinó durante la exposición de Pizarro, ex presidente de Endesa que, como Solbes, degradaron con su actitud el concepto “debate” hasta reducirlo a un mero escaparate de ideas. El duelo dialéctico apenas se vio quedando todo en una mera batería de propósitos bastante borrosos sobretodo por parte del líder socialista.
En unas elecciones que parecen centrarse, sobretodo, en el tema económico (pese la supuesta leve “recesión” que dice el PSOE que estamos viviendo) el cara a cara fue menos potente de lo que cabía esperar. Apenas se hizo hincapié en algunos grandes temas que, supongo, se irán desarrollando en sucesivos enfrentamientos (véase p.e. el apenas nombrado Canon Digital que Solbes pareció no haber oído). Soy de los que piensan que la política no debe medirse por la capacidad de convicción de los líderes. A fin de cuentas, estos enfrentamientos personales no deben confundirse con la valía de los partidos representados.
Y he aquí el inicio del debate colgado en YouTube, por si alguien se lo perdió.
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