Recientemente estuve ojeando un artículo de Joana Bonet en el que se mencionaba un libro de Jeremy Rifkin presentado muy recientemente en Madrid. El título era “La civilización empática”. En esta obra, el autor reflexionaba sobre un cisma social que parece estar cambiando algunos aspectos muy característicos en nuestro país: “La era de la razón está siendo eclipsada por la era de la empatía”. Así pues, según Rifkin, el ser humano como ser social convierte su interacción en una experiencia colectiva que define y valora lo que a él y a los que con él conectan, de una forma u otra.
Podríamos asociar esta teoría al fenómeno Belén Esteban -quizás de todos, sería el más evidente- pero he querido trasladarlo a la presente edición de Gran Hermano: el Reencuentro. ¿Qué o cuáles factores convierten a alguien en ganador? ¿Diversión, simpatía, belleza o un mero cisne negro (en palabras de mi admirado Taleb) como acertadamente reflexionaba el Gato Encerrado en cierta ocasión?
Evidentemente no existe una fórmula para ganar Gran Hermano aunque sí es cierto que determinados aspectos ayudan. Evidentemente ser guapo o feo, conflictivo o afable, entrar primero o después tiene cierto peso, pero no existen teorías más allá de lo matemáticamente previsible y el grado empático que puede despertarse en el público. Si, en esta ocasión, lo matemático (pese lo que se adultera en momentos clave) está capado por la organización (el sistema de nominación por puntos no existe en este Reencuentro) y el estima que se profesa a los concursantes viene prejuiciado por lo que en su momento fueron, ¿cuál es el factor que más prima para arrojar un ganador?
¿Alguien cree que de no ser por Pepe, Raquel hubiera llegado a la final? ¿Cuenta o contó acaso con una estima fuera de semejante índole? ¿Se merece ganar así? En el extremo opuesto, ¿qué ha mantenido a la pareja de Nico y Ainhoa dentro de la casa? En un concurso de supuesta convivencia, ¿por qué se protege a “los malos”? En mi caso, ¿a qué se debió mi pronta expulsión si en este caso el trato ofrecido fue mucho más grato de lo que resultó en la octava edición en la que aguanté dos meses y medio dentro de la casa? ¿Y Orlando y Gema? Dos personas afables sin disputas destacables dentro de la casa que, además -en términos de convivencia- trabajaban duro en el mantenimiento de la casa y se esforzaban al máximo en las pruebas.
No voy a reiterarme una vez más en lo falso y desencajado que me parece el término de “convivencia” a la hora de catalogar este concurso. Este concurso lo gana simple y llanamente aquel que se gana la simpatía del público, al margen de cuál sea su actuación. No importa lo listo o tonto, lo trabajador o vago, lo guapo o feo que seas. Aquí lo importante es caer en gracia en lugar de ser gracioso, sobretodo en ediciones en las que sin nominaciones se minimiza la previsibilidad por parte de los concursantes. Gran Hermano es un concurso de entretenimiento puro y duro. Está muy bien que se pretenda disfrazar de moralista o ejemplar acuñando grandes causas y premios noveles de la paz pero lo teórico siempre queda en evidencia con la miseria humana que despierta el ansia de ganar. Un ansia, por otra parte, desmesurada e ingenua por pensar que, en modo alguno, somos causa y motivo de nuestro propio destino como concursantes.
Sería maravilloso acabar el concurso con Nico y Ainhora como ganadores. Eso sentaría como una patada en los cojones a todos los impresionables pepistas -pobres... qué suerte tuvo este de no caer en nuestra edición-, desmentiría a los GH I como casta superior de todas las ediciones y arrojaría un halo de sinceridad sobre la falsa moral de aquellos que presentan el buenrollismo como pretexto para justificar el voto ganador. En la vida no gana siempre el más bueno. Si esto pretende ser un reflejo de la realidad mundana, ¿por qué en GH debe ganar el bueno de la peli? El reencuentro debe ser con nuestros propios principios como televidentes. ¡Ya esta bien de ganadores morales y repudiados perdedores! Hagamos ganadores a la miseria humana y seremos nosotros mismos quienes habremos ganado en franqueza.
Evidentemente no existe una fórmula para ganar Gran Hermano aunque sí es cierto que determinados aspectos ayudan. Evidentemente ser guapo o feo, conflictivo o afable, entrar primero o después tiene cierto peso, pero no existen teorías más allá de lo matemáticamente previsible y el grado empático que puede despertarse en el público. Si, en esta ocasión, lo matemático (pese lo que se adultera en momentos clave) está capado por la organización (el sistema de nominación por puntos no existe en este Reencuentro) y el estima que se profesa a los concursantes viene prejuiciado por lo que en su momento fueron, ¿cuál es el factor que más prima para arrojar un ganador?
¿Alguien cree que de no ser por Pepe, Raquel hubiera llegado a la final? ¿Cuenta o contó acaso con una estima fuera de semejante índole? ¿Se merece ganar así? En el extremo opuesto, ¿qué ha mantenido a la pareja de Nico y Ainhoa dentro de la casa? En un concurso de supuesta convivencia, ¿por qué se protege a “los malos”? En mi caso, ¿a qué se debió mi pronta expulsión si en este caso el trato ofrecido fue mucho más grato de lo que resultó en la octava edición en la que aguanté dos meses y medio dentro de la casa? ¿Y Orlando y Gema? Dos personas afables sin disputas destacables dentro de la casa que, además -en términos de convivencia- trabajaban duro en el mantenimiento de la casa y se esforzaban al máximo en las pruebas.
No voy a reiterarme una vez más en lo falso y desencajado que me parece el término de “convivencia” a la hora de catalogar este concurso. Este concurso lo gana simple y llanamente aquel que se gana la simpatía del público, al margen de cuál sea su actuación. No importa lo listo o tonto, lo trabajador o vago, lo guapo o feo que seas. Aquí lo importante es caer en gracia en lugar de ser gracioso, sobretodo en ediciones en las que sin nominaciones se minimiza la previsibilidad por parte de los concursantes. Gran Hermano es un concurso de entretenimiento puro y duro. Está muy bien que se pretenda disfrazar de moralista o ejemplar acuñando grandes causas y premios noveles de la paz pero lo teórico siempre queda en evidencia con la miseria humana que despierta el ansia de ganar. Un ansia, por otra parte, desmesurada e ingenua por pensar que, en modo alguno, somos causa y motivo de nuestro propio destino como concursantes.
Sería maravilloso acabar el concurso con Nico y Ainhora como ganadores. Eso sentaría como una patada en los cojones a todos los impresionables pepistas -pobres... qué suerte tuvo este de no caer en nuestra edición-, desmentiría a los GH I como casta superior de todas las ediciones y arrojaría un halo de sinceridad sobre la falsa moral de aquellos que presentan el buenrollismo como pretexto para justificar el voto ganador. En la vida no gana siempre el más bueno. Si esto pretende ser un reflejo de la realidad mundana, ¿por qué en GH debe ganar el bueno de la peli? El reencuentro debe ser con nuestros propios principios como televidentes. ¡Ya esta bien de ganadores morales y repudiados perdedores! Hagamos ganadores a la miseria humana y seremos nosotros mismos quienes habremos ganado en franqueza.
Totalmente de acuerdo contigo tocayo, de hecho, ese fue uno de los motivos principales para despegarme el moco de GH de mi vida de una vez por todas hace años.
Siempre me ha parecido que ha ganado el que más "conecta" con el público, el que más "feeling" ha conseguido con los que finalmente votan, en lugar de ganar el que, a mi juicio (y el de otros muchos), ha sido el digno merecedor en muchas ocasiones.
Si encima a todo esto le sumas la vergonzosa patraña que se inventa Tele5 como sistema de votación ante "notario" (una anciana delante de una animación flash con barritas de colores), o la manifiesta predilección por unos u otros jugadores que siempre ha habido por parte de la presentadora en plató y de la organización a través de las pruebas o método de nominación en ciertos casos, pues hermano, apaga y vámonos.
En fin, como dije en el comentario de ayer, con cada nueva entrada o cada comentario que os leo sobre este tema, me doy más cuenta de que no hay nada nuevo bajo el sol en este show disfrazado de “concurso-experimento sociológico-convivencia-neorrealidad-televisiva”.
Un abrazo grande a todos.
¿Alguien cree que de no ser por Pepe, Raquel hubiera llegado a la final?
PUES NO! yo espero q esta chica no sea así en realidad xq sino..q mujer + sosa! x dios...
Respecto a lo de Nico&Malvada...buff da mucho palo que ganen! y ver la cara de los 2 chulos ganadores..mm creo q prefiero volver a ver a PEPE como ganador!
Petonet Daniii*
Buenas Dani! A mi me parecería genial que ganará cualquiera menos Pepe que se lo debe tener muy subido este tío. Bueno, en realidad, me da igual quién gane..esta edición sólo valió la pena una semana.
No sabes cómo me emociona leer el último párrafo de tu entrada, firme seguidor de Ainhoa desde que la ví entrar en la casa de GH 5, es orgásmico verte apoyarla (aunque sea por descarte). Siempre he pensado que si Pepe hubiera sido concursante de GH 8 su posicionamiento por la habitación azul le habría convertido en una víctima más de vuestra fantástica estrategia. Lo único que él tuvo que hacer fue varear a los simplones y unineuronales de sus compañeros de edición con un nomineitor con el que ya jugaba mi abuela en GH 2.
Lo lejos que habríais llegado si la bandera de Japón no hubiera manipulado el concurso.
La pena es que los ganadores de gran hermano nos definen a los que votamos... lo queramos o no el genero humano es falso, de doble moral, le gusta más el quedar bien que otra cosa y perdona antes a un bellezón que a un adefesio... y yo me pregunto, ¿por qué ganó Juanjo?
Dani Ocón, gracias por permitirme de nuevo leer coherencias de tus dedos.
Cristina, yo prefiero que gane cualquier pareja antes que la de Pepe y Raquel. Es más, lo ideal sería Nico & Ainhora, Jorge & Silvia y Pepe & Raquel. En el peor puesto, vaya. Creo que Jose San estaría de acuerdo conmigo.
Apañao, estamos listos xD
Coda, interesante reflexión. Yo tampoco entiendo demasiado bien por qué ganó Juanjo pero... bueno, en realidad la primera edición que vi de GH fue la mía, así que...
Siempre me he considerado 'pepista' como tu nos llamas, pero en esta edición especial de GH no creo que merezca ganar así como en la suya lo mereció completamente por mucho que os quejeis, nos hizo disfrutar esperando que sus predicciones se cumplieran y viendo las caras de sus compañeros cuando el y Dayron volvían de la sala de expulsiones.
Pero en esta edición (que es a lo que estamos) lo unico que ha hecho es quedar bien, porque no le hacía falta más, no nos ha hecho disfrutar con su buen humor tanto como antes, y sus estrategias no han tenido tanta relevancia como la tuvieran en su tiempo. En cuanto a la chica que va con el, no se ha visto en otra como esta en su vida.
Si no le tuviera tanta manía a Ainhoa, ella y su pareja serían mis favoritos para ganar ya que son los que mas espectaculo han frecido (aunque a veces sobrara), y Jorge y Silvia... simplemente no.
Conclusión: que gane quien tenga que ganar, de todas formas tampoco iba a votar.
En cuanto a porqué uno es ganador y el otro no depende de pocos factores, el que los cumple sin perder los nervios ni faltar al respeto de forma muy exagerada será ganador, mas o menos lo que se viene diciendo por aqui, el quedar bien.
Saludos.
No me lo puedo creer, tenía escrita una parrafada de tomo y lomo y... se ha borrado impunemente. Arggggg, siempre me digo a mí misma: control + c, control + c... por lo que pueda pasar, que actualizas y lo pierdes.. ains... está claro: Ley del tropiezo: el ser humano (unos más que otros, todo hay que decirlo) es torpe por naturaleza (por no decir mongolo) y tropieza "cienes y cienes" de veces con la misma piedra :(
Es que ya ni me acuerdo que he puesto pero en resumen era:
- Que tienes más razón que un santo y que tu post debería de ser otra ley universal porque es indiscutible.
- Que me da por detrás que gane Raquel sin haber asumido ningún mérito en su propia persona y a nivel individual.
- Que Pepe en su edición no me gustaba (aunque fue la que menos seguí) y en esta me resulta simpático por lo que me ha ganado en la actualidad y partiendo de menos de cero. Así, no arrastraría su simpatía de su edición para apoyarlo en esta. Auqnue sí reconozco que algo de mella ha debido de influenciarme todo lo que se ha ido hablando de él desde que terminara su edición hasta la actualidad. Por ello mismo, no me importaría que ganara, aunque buff, hacerlo con Raquel me tira un poco patrás.
- Que Silvia ha pasado demasiado poco tiempo y ha tenido poco protagonismo en la casa como para erigirse como ganadora. Por otra parte, Jorge y su tontería (intrínseca e inherente a su persona) me hace gracia pero me río "de" y no "con".
- Que Ainhoa y Nico han sido la única pareja que está en la casa desde el principio. Han pasado diferentes fases y estados de ánimo: de normales y pacíficos a insufribles y a la gresca. Que Ainhoa me cae bien (no desquiciada, pero le tengo cariño a la muchacha) y Nico tiene sus puntillos graciosos (*Véase el ensayo de la prueba semanal con slip mientras sus compañeros le pasan por debajo de las piernas :S). Por esto y porque me da la gana, no me importaría que ganaran.
-Que a Gema y a Orlando los metieron para que fornicaran como conejos y nos quitaran de la mente que en el gran hermano el reencuentro el edredoning estuvo protagonizado por Ana Toro y Nico :S. Retinas sensibles y corazones angustiados de la organización buscó a la pareja que quería que dieran sexo "normal" pero les salió el tiro por la culata... Se suponía que eran personas con cosas que arreglar (vamos, cabreaos entre sí). Hasta Mercedes en la gala les hizo una pregunta que daba un poco por sentado las intenciones de la organización con respecto a ellos.
-Que soy muy vaga y que si un día se me rompe una tripa buscaré la frase de mercedes en la que evidencia el punto anterior.
Pues este es el resumen así que daros con un canto en los dientes que el otro se me haya borrado :P
Nota mental: Muy buena la viñeta del Listo.
A eider y perobueno!, no merece la pena hacer ganador a Pepe... no obstante, veo que nos respetamos las opiniones.
Qué insustancial... jamás pensé que podría llegar a tener este tema de conversación...
Excelentes reflexiones Dani,joder!
En especial me quedo con un par de fragmentos.
"Este concurso lo gana simple y llanamente aquel que se gana la simpatía del público, al margen de cuál sea su actuación. No importa lo listo o tonto, lo trabajador o vago, lo guapo o feo que seas. Aquí lo importante es caer en gracia en lugar de ser gracioso."
"Está muy bien que se pretenda disfrazar de moralista o ejemplar acuñando grandes causas y premios noveles de la paz pero lo teórico siempre queda en evidencia con la miseria humana que despierta el ansia de ganar. "
Efectivamente, no importa una putamierda lo que hagas ahi dentro.Si caes de pie, ya te puedes mear dentro del jacuzzi, que sera hasta jocoso y divertido.
En cambio, como eso mismo lo haga un "patito feo" ... ese "jocoso" y ese "divertido", se transforman por arte de magia en "cerdo", "guarro", "sinverguenza" y "a la puta calle" ...
Son,como tu muy bien has dicho, aquello de "caer en gracia" ... o "ser gracioso".
Es triste,pero es asi.
Saludos Sucios!