Ayer fui a visitar una biblioteca nueva y me topé con este vetusto libro (de finales de los 60) en la estantería de la sección infantil. Creo que -dada su anquilosidad- debería archivarse en la sección documental de adultos pero el caso es que todavía no se había reconsiderado su desactualizada capacidad aleccionadora. Era un libro que trataba de las partes, secciones y roles que se estipulan en la organización interna de un periódico. Por supuesto guarda poca fidelidad a las tendencias y facilidades de hoy día en las que se ha sustituido casi por completo el periodismo de primera línea de batalla por el periodismo acomodado del PC y la conexión a Internet desde la redacción.
Hablo de lo que profesionalmente conozco. Cuando uno empieza en esto de los media suele llevar consigo ingenuas idealizaciones acerca de las labores que le gustaría hacer. Muchos se meten en Comunicación Audiovisual porque quieren ser presentadores, muchos otros en radio porque sueñan con quitarse horas de sueño respondiendo las llamadas de oyentes necesitados y todavía muchos más fantasean con la idea de destapar complejas tramas de corrupción interna y otros cometidos detectivescos avalados por el afán de ser un periodista de investigación. La triste realidad es que cada vez hay más medios, más dinámicos, más competitivos y menos comprometidos con metas más allá de la rentabilidad. Por otra parte, el triste ritmo de vida al son de videoclip tampoco fomenta el tiempo libre u ocioso que cualquier persona dispone para emplear leyendo profundos artículos de investigación. El periodismo de investigación, salvo bombazos -no siempre agraciados para la reputación o la continuidad de un periódico-, jamás se ha cultivado demasiado, precisamente por ser muy poco rentable desde su misma génesis.
Pero todo esto venía al caso por una anécdota que suscitó mis dudas mientras me divertía ojeando el libro de marras. Concretamente por el supuesto error tipográfico que creí encontrar en esta página:
Aunque la "P" no era mayúscula, no pude evitar pensar en el grupo de comunicación que parece estar a malas con ZP después del embrollo del TDT. "Cada vez más de Prisa", ¿captan el doble sentido? Lo achaqué al propietario de 40 Principales, el Diario El País, As, la cadena cuatro y unos cuantos otros. ¿Era entonces un vaticinio? ¿Una pretérita broma? ¿Un error tipográfico de imprenta?
Investigué via google (como todo periodista del S.XXI) y encontré la respuesta. La palabra "deprisa" puede escribirse todo junto o bien en dos partes: "de prisa". Esta segunda forma es menos habitual (incluso carca) pero es igualmente válida. Lo mismo que pasa con la palabra "en seguida" y "enseguida", vaya. No sé vosotros pero yo no lo sabía.
En fin... tan sólo un chiste malo de periodista con un apunte lectivo. No debemos acostarnos sin saber una cosa más cada día, ¿no? Espero haberos sido útil.
En fin... tan sólo un chiste malo de periodista con un apunte lectivo. No debemos acostarnos sin saber una cosa más cada día, ¿no? Espero haberos sido útil.
en seguida, de prisa, de repente...yo siempre separaría la preposición por no arriesgarme pero siempre está bien saber que existen las dos maneras. aprovecho para saludar a ´el país´ que me informa cada día, a ´cuatro´ y a mi abuela que ayer fue su cumpleaños.jajaja, no en serio, me parecen el periódico y la cadena televisiva menos malos que hay. porque digan lo que digan,por mucho que las películas sean generalmente buenas,los documentales de hormigas de la dos, el maldito tenis y el motocros yo no puedo soportarlos... y bueno de los demás canales ya ni hablamos...por cierto cómo es la tele ahora con el tdt? hay canales nuevos? es que al estar al otro lado no me he enterado de mucho. y por cierto, supongo que además de la (sin)razón lees el mundo...alguno más que deba saber por si alguna vez me da por conocer el lado oscuro de las noticias que veis vosotros? :)
p.d por cierto, en mis tiempos mozos yo tb quería ser periodista. de investigación por supuesto. sniff...
La TDT es la mierda, Itsas. Tengo la suerte (mala, por supuesto) de poder echarle un vistazo en casa de un colega y puedes flipar con los niveles de porquería que se emiten.
A ver, están los típicos canales, luego los "segundos" canales de Tele5 y Antena3... hay un Disney Channel por ahí también... y el resto son series DE MIERDA, teletienda las 24h y timoconcursos por la noche.
De todos modos, yo en casa tengo ONO y no te creas que tener 150 canales sirve de mucho tampoco. Me sacas del Discovery (que cada día va a peor, por cierto) y del Historia y me pierdo.
Está bien aprehender (también vale aprender) curiosidades de este tipo, lo peor es que luego, muy ducha tú, cargaita de razones y seguridad, las utilizas y claro, el que te lee, ignorante, abre los ojos y te responde al e-mail dándote lecciones de ortografía, si la confianza lo permite. Me recuerda todo esto al protocolo en la mesa. He leído que sólamente se espera al resto de comensales para empezar con el primer plato; luego ya cada uno come según le sirvan, no se espera ni para el postre. Y qué? Si nadie lo sabe, porque a pocos interesa, cómo comes tú? quedando como una angusina? o dándotelas de enterailla y exlicando el porqué empiezas a meterle mano al chuletón ¿?