Hace años que guardo estas dos imágenes en mi HDD. Se trata de un escaneo de un antiguo zine de cybercultura que en el 2004 publicó este interesante artículo describiendo cómo era el mundo del intercambio de archivos antes de que el Emule, BiTorrent, Rapidshares, megauploads y demases se popularizasen hasta el grado en como están hoy.
Es interesante, aunque esté en inglés. No es complicado de leer ;)
He colgado esto con motivo de esa noticia que está alertando a los más ávidos descargadores compulsivos: multitud de páginas con enlaces P2P están dejando de funcionar. ¿El por qué? Yo lo tengo claro: el chollo se acaba.
Por inducción, tengo comprobado que todo lo bueno que se populariza está condenado a adulterarse. Sí amigos, lo bueno siempre es de pocos porque, cuando se generaliza, siempre se acaba jodiendo. Ocurre con la música (cuántos artistas eran mejores en su underground), la tecnología (qué bien iba Emule hasta hace un par de años, joder), la seguridad social, los garitos de ocio ("demasiada gente", "demasiada música comercial" y un largo etcétera de sucedáneos comentarios...) y todo en general. Pensad en cualquier cosa que sea buena o especialmente buena. Ahora imaginad que se abarrota de gente y sopesad si todavía mantiene ese toque elitista o exclusivo. Lo que es exclusivo por definición es de pocos joder...
Como leí en cierta ocasión en el libro de "La Fabulosa Historia de los Pelayos", «-Si funciona, ¿por qué divulgarlo?»
En fin... esto pretendía tan sólo ser un comentario introductorio para estas dos imágenes que contienen el reportaje :P Click para ampliar, como siempre.
Que razón con lo del emule... justo hoy me he puesto el ares porque estoy hasta arriba de la mula. Recuerdo hace cosa de año y medio, cuando empezaban a despegar Rapidshit y Megamierda, lo que me dijo un coleguilla: Me gusta más lo de descarga directa, es como hace unos años cuando tenias que buscarte la vida para bajar cosas, así se aprecia mejor.