Jesus Gil y Gil en Hormigas Blancas

Lo prometido es deuda. Hace algunos meses anuncié la retransmisión de la biografía de Jesús Gil en Hormigas Blancas, en Tele5. Dejé dicho que lo grabaría y lo pondría al alcance de todos mis suci@s visitantes para su uso y deleite. Así lo he hecho. Gracias a Veoh TV, el que, sin lugar a dudas, es para mí el mejor portal de vídeos en streaming de la red. Y pasando ya de Youtubes y megauploads… Este nuevo portal permite subir vídeos de CUALQUIER tamaño y CUALQUIER duración. Soporta varios estándares de vídeo y varias ventajas más que, de bien seguro, en breve le situarán como principal rival o sustituto de Youtube.

Este es el documental emitido sobre Jesús Gil subido exclusivamente para los visitantes más suci@s de la red. Está dividido en dos partes correspondientes a los dos episodios emitidos en días diferentes, de unas 2 horas de duración aproximada cada uno. Tenéis Gil pa rato, vaya. Es posible descargarlo también.

Me ha apetecido volver a ver el documental biográfico completo para poder juzgarlo de nuevo por el mal sabor de boca que me dejaron los comentaristas en su momento de emisión. Fue penoso. Para empezar el “moderador” (ahora mismo en paro desde la supresión del tomate) hace gala de su animadversión hacia Gil sin tapujo alguno (sobretodo en la primera parte). Algunos de sus comentarios, además de estar lejos de la supuesta neutralidad que debiera requerir su figura, resultan irrespetuosos para cualquier persona, aún sin estar difunta. “¿Cómo llevaba lo de que le llamaran Moby Gil?, ¿Acaso no se veía gordo?” o “Tiene un pedazo de culo que no le cabe en la pantalla” [aquí se le vio el pie del que cojea] son algunas de las lindezas que le dedica esta figura del periodismo de calidad. Me atrevo incluso a decir que, ese cambio de tono del segundo episodio con respecto al primero vino dado por algún toque que le debieron dar los de arriba: penoso. Los comentarios por parte de sus compinches (todos de su bando “progeysista”) no se quedaban atrás. No dudaron en cargarle con adjetivos basados en rumores no contrastados como putero, mujeriego, extorsionador, sobornador, fofito, bla bla bla. Constantemente osan manchar la imagen del difunto con constantes ironías acerca de la vida del protagonista e incluso lo extrapolan a su madre.

Lo que más me ha sorprendido es la actitud de Isabel García Marcos. Candidata del PSOE a la alcaldía de Marbella que parece sentirse importante por una carrera política poco destacada a excepción de cuando Gil hacía que la sacasen por la tele. Una política sin talento ni éxitos que vivía mediáticamente de Gil y cree haber sido una especie de ladilla o piedra de zapato para el empresario. Incluso se atreve a decir que el alcalde sufrió una parada cardiorrespiratoria gracias a lo mosca cojonera que era (¡!). El caso es que, quizás hubiera habido de haber prestado más profesor al maestro. Sí, sí... la que al más puro estilo sociata dice que el caviar está caro. Mirad la pobretona que historial tiene. Los del programa sólo hacen que meterla de cebado cuando se muestran imágenes de la vida de Gil, aún cuando no venían a cuento para con ella. Mal criterio el de realización en ese aspecto. El caso es que a esta tía, si no fuera por el caso Malaya y la figura de Jesús Gil ni su puta madre sabría quién es. De todas formas, ella parece sentirse muy protagonista a fuerza de hacer comentarios referentes a su limitado poder adquisitivo, a su honor y moral político por no dejarse comprar y no sé cuántos baños de gloria más.

Hubiera deseado un poco más de neutralidad o paridad por parte de los invitados para no convertir este homenaje en un “Todos contra Gil”. Probablemente todos ellos han tenido que esperar a su muerte para evitar que él les callase la boca como tan bien supo hacer hasta los 71 años con los que nos dijo adiós.

Para mí Jesús Gil es una persona entrañable y un ejemplo a seguir. Sin apenas estudios, un hombre ambicioso que sacrificaba las formas por el fondo logró pasar de la nada al todo. Una persona que se hizo a sí mismo y que destacaba por su tremenda carisma, su tremendo poder de comunicación y por ser un líder de resultados concretos y palpables por todos. Frases como “Yo soy rico y todos os vais a hacer un poco más ricos gracias a mí” lo dicen todo. Un gran negociador, un hombre con gran visión para los negocios y que avala su palabrería para nada barata con resultados como el auge de Marbella o los éxitos cosechados por el Atlético de Madrid. Personaje muy querido en los medios, que fue capaz de demostrar a la sociedad conforme los políticos de hoy día se pierden en demagogias y medias tintas en detrimento de los logros palpables. Que demostró que a veces es preferible ser un poco brusco o tosco en las formas para conseguir resultados que quedan avalados por su propio talento y situación en la vida. Empezó vendiendo camiones usados y terminó como un magnate cuyo patrimonio se desconoce hoy día. Admiro a Jesús Gil por su personalidad, por su metodología ajena a coacciones morales y por su poder de persuasión. Es el perfecto ejemplo para demostrar que no es necesario ser un gran orador para resultar un excelente comunicador. Pese a quien le pese, este hombre ha dejado huella en la historia política y mediática de este país. La verdad es que hubiera dado lo que hubiera hecho falta por lograr que el GIL hubiera gobernado en este país. Quizás las cosas no nos estarían yendo tan mal. Sólo hubo 72 mil que pensaron como yo. Quizás soy un tarado. Quizás la gente no acabó de creerse que la historia de un país con una democracia de medianías podía cambiar. Pero ahora eso ya no es posible. Una pena…

R.I.P. Jesús Gil y Gil. Para mí fuiste un ejemplo a seguir.

P.D: ¡Ah! He escrito a la productora de Hormigas Blancas para pedir que hagan un capítulo para Cela y para Umbral. Si quieres apoyar mi petición, envíales tu también un correo a esta dirección.

Y para los más freakies, os dejo la sintonía de su programa para que, como yo, la empleeis a modo de politono-homenaje de este gran hombre.

Y, a continuación, los dos capítulos del programa sin publicidad. Lo dicho: Un documento histórico para que lo disfrutéis.